Venezuela Analítica Miércoles, 15 de marzo de 2000
Opinión y análisis
Sembrar Bambú para cosechar casas
Miguel Ángel Blanco
Después del desastre de Vargas y de otras zonas costeras de Venezuela que fueron afectadas por las lluvias del mes de diciembre de 1999, solo queda pensar en la reconstrucción. Seguramente ya el gobierno tiene en sus manos decenas de proyectos millonarios (y en dólares, por supuesto) que buscarán replantear la habitabilidad de las zonas, tomando en cuenta los cauces de los ríos y respetando las normas de construcción.
Sin embargo, uno se pregunta si existen otras formas para reconstruir las zonas afectadas, sin que sea necesario el gasto de tanto dinero y que, más bien, brinde beneficios directos a los habitantes a través de la autogestión y de un desarrollo económico y ecológicamentemente sustentable. Pues sí, existe una excelente alternativa, gracias al bambú y se sorprenderán de lo versátil y económico de este "material".
Los embajadores del Bambú
En 1995 se funda en Holanda la Enviromental Bamboo Foundation (EBF), su objetivo principal ha sido promover, en países en desarrollo, el uso del Bambú, manteniendo el bosque como sustituto, introduciéndolo como material de construcción. Su sede principal se encuentra en Bali, Indonesia.
Ustedes se preguntarán ¿qué tiene que ver el bambú con la reconstrucción de un país, con el desarrollo sustentable, con la conservación del ambiente? Más adelante contestaremos esas inquietudes, pero le adelantamos que son miles las viviendas construidas utilizando el bambú como materia prima.
La EBF actualmente asesora proyectos de autogestión para la construcción de viendiendas ecológicas y económicas. Gert, representante de la EBF, quien visitó Venezuela en el mes de enero de 2000, nos comenta: "nosotros damos asesoría y coordinación a proyectos, nosotros mismos no construimos ni una casa. Estamos más en proyectos pilotos de casas modelos, que la gente puede ver. Nosotros no venimos a Venezuela con un pescado para darle una buena comida, nosotros venimos aquí para enseñarles a ustedes cómo se puede pescar, para que siempre se tenga la red llena".
Actualmente la EBF ha asesorado la construcción de viviendas en diversos países, las mayor experiencias son: Colombia (donde se han construido más de 600 casas), Ecuador, Costa Rica y Guatemala, "porque empezamos con un proyecto que era completamente ignorado allá hace un par de años, y estamos en el Caribe, en tres islas empezando con viveros y trabajos" acota Gert. En Puerto Rico tienen una larga trayectoria, desde los años 40 en viveros del gobierno de los Estados Unidos, en el sector experimental de agricultura, ellos han importado muchas especies en los años 30 y 40 desde China. Además la experiencia en Indonesia y China es extensa; allá la gente vive del Bambú, construyen desde cualquier cantidad de utensilios y artesanía hasta sus propias casas.
¿Y qué busca la EBF visitando Venezuela?
Promover el uso del bambú como alternativa de materia prima de construcción. "Después del desastre señala Gert- llamé a mis contactos en Venezuela, yo sé que hay mucho interés en Venezuela y espero que llegue un 'socio' para emprender un proyecto de país". Por ahora la EBF ha hecho contactos con la Universidad de Los Andes y las Universdad Central de Venezuela, donde Gert dictó unas charlas sobre los beneficios del bambú, mostrando casas modelos y, al mismo tiempo, motivando a las facultades de Arquitectura y Agricultura a tomar en cuenta esta materia prima.
El Campeón ecológico
¿Qué tiene de especial el Bambú, qué lo hace tan importante, casi imprescindible, como materia prima?
Pues bien, sus propiedades mecánicas son en algunas cosas superiores al hierro. El bambú es de la familia gramínea, no es una madera propiamente dicha, es madera con fibras y las fibras tienen calidades superiores al hierro, puede ser tan resistente como él, pero mucho más flexible y su costo es infinitamente menor. Existen más de 1300 de especies de Bambú. La Guadua angustifolia, es una las más recomendada para el trópico, ya que es nativa, endémica de estas zonas, lo que implica que en Suramérica y Centroamérica su cultivo es ideal y de fácil desarrollo.
El bambú es un protector del ambiente. Dentro de sus beneficios ecológicos se encuentran que: es un procesador del dióxido de carbono (CO2) mucho más eficiente que la mayoría de los árboles del bosque tropical; recientes estudios de la Unión Europea confirman que sus requerimientos de agua son mínimos y que las raíces son una excelente protección contra los deslizamientos de tierra; también se comprobó, durante los sismos de Colombia y Costa Rica, que las casas construidas con Bambú, son más resistentes a los movimientos telúricos que las casas de concreto.
Todas estas características, sumadas a que la Guadua se da casi en cualquier lugar, se reproduce rápidamente y es muy económico, hacen que el bambú surja como una solución real y factible para el desarrollo de comunidades y pueblos "ecológicos", que puedan apoyarse en el desarrollo sustentable, protegiendo el ambiente, preservando lo que hoy tenemos. Además, su capacidad reproductiva permite que se preserven otros bosques más delicados, al no talarlos para que no sean usados como materia prima.
Sembrado Bambú para cosechar casas
Es factible sembrar Guadua en Venezuela para cosechar viviendas ecológicas? La respuesta es sí. Sin embargo Gert señala "no es una solución inmediata, la infraestructura no está todavía bien preparada, no hay suficientes obreros que sepan trabajar con Bambú, hay que sembrar las semillas hoy para cosechar mañana"
La Guadua tarda aproximadamente 6 años en llegar a su estado adulto, estado en el cual ya sirve como materia prima para la construcción de viviendas. Sin embargo, ahora mismo se podrían construir escuelas y casas modelos con Bambú proveniente de la Sociedad Colombiana de Bambú.
"Lo necesario sería explica Gert- tener un vivero donde propagamos las especies adecuadas y después dar a la gente pobre plantitas, que ellos siembren alrededor de donde viven, para evitar problemas de transporte. El campesino solo tendría que ir con su machete allá, al campo, y sacarla. Nosotros le damos la planta, se la regalamos, y le enseñamos qué puede hacer con ella para que él siembre su casa". Si tomamos el ejemplo de Costa Rica, veremos que allá hacen 1.500 casas al año; pero es un país muy pequeño. Venezuela tiene suficiente terreno como para hacer grandes viveros donde el Bambú se reproduzca espontáneamente. Solo haría falta que existan organizaciones que apoyen esta iniciativa a largo plazo en el ámbito de producción, educación y adiestramiento del recurso humano.
El costo de una vivienda hecha con Bambú variará de acuerdo a los materiales con que se combinen. Si se usan paredes de bahareque o barro, sólo costaría la mano de obra, que la provee el mismo habitante que está construyendo su casa. Pero lo interesante es que este versátil material puede ser combinado perfectamente con cemento, conformando toda la estructura de soporte de la vivienda en Bambú y rellenando las paredes con cemento, baldosas, etc. Se puede construir una vivienda de "lujo" con Bambú. Pero una vivienda sencilla, con materiales económicos podría constar más o menos 5000 dólares.
El bambú también debe tener ciertos cuidados, uno de ellos es que por ser una especie de madera, tiene enemigos naturales, como los insecto, y además la humedad puede ejercer daño en él. Para contrarrestar esto, y de forma natural, el Bambú se ahuma con fuego, se cura, lo que permite que protegerlo contra el "ataque" de sus enemigos naturales; en cuanto a la humedad, con solo levantar las viviendas unos 20 ó 30 cms de la superficie, es suficiente para que la humedad no lo afecte.
Bambú como plastilina
El uso del Bambú no es nuevo. Simón Bolívar prohibió su tala para protegerlo. Alexander Von Humboldt también llegó a hablar de sus beneficios. Pero lo más interesante es que no sólo sirve como el esqueleto "perfecto" para hacer viviendas, sino que es tan fácil de trabajar que se puede decir que parece plastilina, su uso se extiende hasta los límites de la creatividad. Hay mil productos que se pueden hacer con el Bambú: pisos, adornos, muebles, artesanía, cestas, marcos de bicicletas, sillas, mesas, lámparas, incluso puentes y bohíos. Solo hay que aplicarle diseño y listo, saldrá una obra de arte ecológica.
La EBF promueve en Holanda y en Londres introducir en las academias de diseño y arquitectura, talleres de trabajo con Bambú. "Tratamos en el mundo desarrollado, de dar el gusto de nuestros diseños a los países productores, de Indonesia, China, Vietnam. Lo que se busca es educar a nuestros diseñadores para que ellos puedan hacer obras de artes "ecológicas", comenta Gert.